Como una pastilla de Redoxón en un vaso de agua

Ya pasó. Se diluyó como una pastilla de Redoxón en un vaso de agua. Era cuestión de esperar. Me asomé despacito por la puerta del fondo. La tapa del tanque de agua estaba dentro de la pelopincho. La antena, pobre antena, se había doblado hasta caer desvanecida contra una de las paredes de la lavandería. Por fin había pasado el viento Zonda. Me había tomado desprevenido en una de mis tantas exploraciones a la viña, no me había dado tiempo a llegar hasta la casa. Sólo me acuerdo que me pegó caliente en la cara, traía tanta tierra que no podía ver nada, mi incipiente asma me asfixiaba, mi boca estaba seca. Sentía que me llevaba. La tierra me pegaba en el rostro y me dolía. Empecé a correr. Me caí un par de veces porque no lograba ver mas allá de mi nariz. Por fin vi mi casa, pero antes de llegar unos brazos fuertes me abrazaron. Era mi abuelo Andrés. Ya pasó, me dijo y yo me puse a llorar. Nunca le tuve miedo al viento Zonda. Pero este era diferente. Fue el viento más fuerte que se supo hasta entonces y a mi me agarró solo en el medio de la viña. Sentí miedo y los brazos de mi abuelo me dieron la seguridad y la certeza de que nada malo podía pasarme. Ya pasó, repitió y me empezó a sacar la tierra de la cara con su camisa empapada en saliva. Esa noche nadie durmió, no había luz y el viento era impiadoso con la ventana de la cocina, la abrió tantas veces, hasta que rompió el vidrio.

Ya pasó. Se diluyó como una pastilla de Redoxon en un vaso de agua. Era cuestión de esperar. Me asomé despacito a mi soledad, y estaba todo revuelto. Por fin había pasado el temporal. Y a mi me pasó como aquella vez, me agarró solo, desprevenido y vulnerable. Traté de correr pero esta vez no pude. No podía ver nada. Me dolía. Me asfixiaba. Tenía la boca seca. Esta vez no estaban los brazos de mi abuelo para sostenerme. Pero pude pasar la tormenta. Y se que vendrán otros zondas difrazados de malos tiempos, pero creo que soy un tipo que puede pasar temporales, me llamó Andrés como mi abuelo, y llevo su sangre. Además es lindo decir, ya está…ya pasó, tranquilo, estoy con vos.

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